Lo nuevo en T-fal
Tips para saber cuando es tiempo de cambiar tu sartén, olla o plancha
Es muy fácil acostumbrarnos a nuestros electrodomésticos y artículos de la cocina, sin importar sus condiciones. Como han sido grandes compañeros de la vida, entonces no vemos sus defectos y que quizás es tiempo de dejarlos ir y adquirir sus reemplazos. No hacerlo puede ser más caro e incluso peligroso. Aprovechando los descuentos y promociones que se aproximan, te daremos una guía que te servirá para evaluar si es el momento correcto de cambiarlos. Sartenes y ollas. Al ser de metal pensamos que vivirán para siempre, sin embargo no usarlos correctamente disminuye gravemente su tiempo de vida útil. Checa esta lista y evalúa si es tiempo de decirles adiós.
-Identifica el material, hay materiales que duran para siempre, pero hay otros que no. Si el material es vidrio -por ejemplo- es muy posible que no sea necesario reemplazar. En el caso de los que tienen antiadherente, si presentan rayones o picaduras será mejor cambiarlos porque ya no está conduciendo el calor de la forma correcta.
-Identifica si tiene golpes, esto es por seguridad. Una olla o sartén con golpes puede ser peligrosa, ya que puede no asentarse bien en las hornillas y provocar un accidente. Una superficie con golpes puede no distribuir el calor, afectando el proceso de cocción. Si es el caso de alguna de tus ollas, es tiempo de cambiarla.
-Está oxidado. Cámbialo sin dudar. El óxido afecta el sabor de los alimentos y es malo para la salud.
-Está quemado. Hay piezas que se han sobreexpuesto a altas temperaturas, resultando en quemaduras que afectan su uso. Si tu olla o sartén tienen efectos así, es tiempo de cambiarlos.
-Está maltratada su superficie. Esto también es un factor decisivo para cambiar. Una superficie dañada no solo puede afectar cómo se distribuye la temperatura, sino que puede soltar fragmentos en los alimentos, que aunque pueden ser inofensivos para la salud, pueden arruinar la experiencia de disfrutar tus alimentos. Entre los electrodomésticos, uno que utilizamos mucho y le guardamos cariño es la licuadora. Este afecto puede hacer que no veamos que debemos adquirir una nueva, así que checa esta lista y, si tu licuadora presenta al menos uno de los siguientes puntos, considera cambiarla.
-Se calienta. Mala señal, porque el motor no está en buenas condiciones, es posible que deje de funcionar pronto.
-Le faltan piezas. A veces reemplazamos la tapa o alguna de las piezas y puede ser inseguro. Mejor comprar una nueva.
-No existen reemplazos. Esto indica que es tiempo de una nueva, ya que al no haber repuestos quedará incompleta si surge algún problema con sus piezas.
-Tiene escurrimientos. Detalle doblemente malo: puede generar cortos y es muy sucio. Así que despídete de ella.
-Se mueve demasiado. Peligro, porque al no tenerla vigilada puede resultar en un accidente (he visto licuadoras que “caminan” hasta caerse del mueble).
-Es demasiado antigua. Esto es malo porque gasta más energía, lo que afecta la cantidad que pagas, a la larga es una inversión. Otra compañera que quizá necesite cambio es nuestra plancha. Revísala y fíjate si tiene algo de lo siguiente.
-Cable en malas condiciones, Evita un accidente y cámbiala, un cable así es muy peligroso.
-Escurre. Considera su reparación si no es más costoso que una nueva.
-La suela está oxidada o tiene manchas. Deshazte de ella, te va a provocar más trabajo y puedes arruinar tu ropa.
-Es muy antigua. El único problema es gastar más energía eléctrica y el impacto en tu recibo de luz.
-Tiene fallas en la temperatura. Lo peor que te puede pasar con una plancha, porque piensas que estás avanzando y de repente se enfrió y tienes que hacerlo todo de nuevo. Si te pasa, mejor adquiere una nueva. Un último consejo es, revisa las promociones de meses sin intereses y descuentos, compara precios y no te salgas de tu presupuesto. Y cuando estrenes, compártenos una foto en nuestro Facebook.